Una
huelga
sexual, huelga de sexo, huelga de piernas cruzadas o boicot sexual,
es una huelga en la que una o varias personas, del mismo o distinto
sexo, generalmente mujeres, se abstienen de mantener relaciones
sexuales con sus cónyuges o parejas para alcanzar ciertos objetivos
políticos o sociales. Las huelgas sexuales de las que se tiene
noticia han sido realizadas por mujeres que han negado a sus
compañeros o maridos la práctica de relaciones sexuales con el
objeto de presionar para la resolución de un conflicto, lograr una
reivindicación o conseguir la paz en una guerra.
Y
es que la huelga de piernas cruzadas no es una novedad, ni tampoco
una exclusiva africana. La senadora socialista belga Marleen
Temmerman propuso hace un año una huelga de sexo para presionar a
los negociadores encargados de la formación de un nuevo Ejecutivo en
Bélgica, paralizado por la tozudez de valones y flamencos.¿Tuvo
éxito la medida? Es difícil saberlo, pero lo cierto es que
finalmente se logró el consenso en un país que llevaba 500 días
descabezado. En el mismo ultimátum ha cuajado, aunque por distintas
razones en otros países. Así, las mujeres de Irka, en Turquía,
impusieron a sus esposos la castidad durante una semana para que
tomaran medidas que resolvieran de una vez por todas la escasez de
agua en la localidad.
Una
semana fue también la duración de la huelga convocada por mujeres
keniatas para que lis rivales políticos del país llegaran a un
acuerdo tras las elecciones presidenciales en 2007. Pagaron incluso
a las prostitutas para que se sumaran a su movilización.
Nosotras
creemos que este tipo de huelga es de lo más inusual, aun así no
quita que sea de lo más eficaz. Finalmente se demuestra otra de las
posibilidades de las mujeres para controlar al género opuesto. ¿Qué
opináis vosotros de esta huelga tan controvertida?
María Jesús Mendoza Guerola y Alba Rivas Velasco 4ºB
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